en un poema
que traduje así:
“A la mañana pensé
no volverá más el encanto de la vida
no volverá
De repente en mi casa el sol
es un ser vivo ante mis ojos
y la mesa donde está el pan
es oro
y la flor y las tazas sobre la mesa
son oro
y qué fue de la tristeza
también en la tristeza hay resplandor”.
Pero la realidad me dice ahora
que el sol no está brillando
y su oro no ilumina el pan sobre la mesa
ni tampoco
toca a la tristeza
porque no lejos de aquí
no hay pan sobre la mesa
no hay mesa.