Los pájaros fueron más sonoros este mes
no sólo trinaron fuerte al caer la noche
sino que también de día, en las terrazas,
los balcones, el alféizar de las ventanas,
sin miedo
como si fuera más necesario su mensaje
que la cercanía sospechosa del hombre.
De a uno, a veces en pareja, vinieron a decir
pero no pudimos entender lo que decían.
Estuvimos habituados a los informes de la radio
encendida desde el alba todo el tiempo encendida
para tratar de escuchar lo que no dijo.
Sentimos un grito tal vez nuestro
y luego el ruido extendido del silencio
Los pájaros se fueron antes
llevándose en el vuelo
el cielo entero.